¿No
hay edad obispos sinodales
que al igual que elegís
un gran Vicario,
debierais retirar del
escenario
al mismo, con respeto,
ante sus males?
¿Creéis
bien, que el Papa, ilustres cardenales,
muestre al mundo el
estado tan precario
de su cuerpo, aunque
sea el mandatario
de todos los asuntos
eclesiales?
¿Juzgáis mal que al
final de su camino
le falte paz, o un poco
de quietud,
o proseguís pensando
que es divino,
y aguante como pueda en
su virtud
la viajera labor y su
destino?
O... Un Papa mas, ¡Qué
importa su salud!
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